Michael Whitaker, quien había estado al frente de la Administración Federal de Aviación (FAA) por solo un año, renunció a su puesto el 20 de enero, a tan solo diez días del trágico accidente aéreo en Washington, D.C. que dejó decenas de muertos.
Whitaker, quien aún tenía cuatro años restantes de su mandato, decidió dar un paso atrás tras la presión de Elon Musk, el magnate tecnológico y asesor cercano de Donald Trump.
Elon Musk lo presionó a renunciar
Elon Musk, asesor cercano de Trump y también líder del Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE), habría solicitado la destitución de Michael Whitaker, después de que el ahora exjefe de la FAA propusiera una multa superior a los 600,000 dólares a SpaceX, la firma aeroespacial de Musk.
En septiembre, Whitaker propuso una sanción de 633,009 dólares por presuntas violaciones cometidas por la empresa, luego de que la compañía llevara a cabo dos lanzamientos de cohetes en 2023 con cambios no aprobados, en contra de los requisitos de su licencia.
“La división espacial de la FAA está acosando a SpaceX por tonterías que no afectan la seguridad, mientras le da un pase libre a Boeing, a pesar de que la NASA concluyó que su nave no era lo suficientemente segura para traer a los astronautas de vuelta”, publicó Musk en X, su plataforma, el 17 de septiembre.
En respuesta, Space.com reportó que Whitaker había explicado ante un comité del Congreso que las multas eran “la única herramienta que tenemos para lograr el cumplimiento de cuestiones de seguridad”.
Sin embargo, Musk continuó expresando en X su disgusto con la FAA. En una ocasión respondió a un youtuber australiano que twiteó que ésta “no debería existir”, acusando a Whitaker de obstruir su visión de enviar seres humanos a Marte. Continuar leyendo Volver a Inicio
“El problema fundamental es que la humanidad estará siempre confinada a la Tierra a menos que haya una reforma radical en la FAA”, tuiteó a Marcus House.